Para completar la teoría del Yin y el Yang y así poder ampliar las formas de estudiar la Naturaleza y el ser humano, los sabios taoístas buscaron y encontraron una nueva teoría, la de los Cinco Movimientos, que está basada en la dirección en la que puede moverse cualquier cosa o persona en un plano, es decir, hacia el Norte, Sur, Este y Oeste, pero se añade aquí también la del centro, la posición parada.
Se creó así la Teoría de los Cinco Movimientos, que unida a la del Yin y el Yang describen todo lo que hay en el Universo y las características y funciones de cualquier cosa que está dentro de él.
¡IMPORTANTE! No hay que confundir movimientos con elementos, ya que por error a lo largo de la Historia se ha venido traduciendo mal y ha generado mucha confusión, dando la falsa idea de que los movimientos eran cosas materiales.
Originalmente, los Cinco Movimientos se colocaron en forma de cruz, pero para facilitar mejor su estudio y las leyes que los caracterizan, se desplazaron colocándolos en los vértices de un pentágono. A continuación, se les cambió el nombre y se les dieron unos basados en la Naturaleza, estos nombres son: Agua, Madera, Fuego, Tierra y Metal. Hay que tener siempre presente que este nombre es sólo simbólico y no expresa materiales sino movimientos o funciones, sirven sólo para recordarlos mejor y podrían también haber sido nombrados con números o letras y nada cambiaría.
Al unir esta teoría con la del Ying y el Yang, se puede estudiar y clasificar todo en 10 apartados que corresponderían a los Cinco Movimientos y sus correspondientes variantes Yin y Yang. Pero para simplificar el método de trabajo, habitualmente sólo se habla inicialmente del Movimiento que se está estudiando y, si es necesario, se amplía con las variantes Yin y Yang.
En estos 5 apartados se pueden situar cosas tan importantes como los órganos del cuerpo, los tejidos, los sabores, los órganos de los sentidos, las emociones positivas y las negativas, las secreciones, las estaciones del año, las partes del día, el clima, los colores, los alimentos y las funciones y actividades de cualquier componente que forme parte del Universo, por lo que se convierte en una herramienta de trabajo y de estudio imprescindible en la Medicina Integrativa Biológica.