Estimulación de la sangre en Medicina Tradicional China

La sangre es un líquido de color rojo (en los vertebrados) que impulsado por el corazón, circula por los vasos sanguíneos del cuerpo transportando oxígeno, alimentos y productos de desecho.

La sangre cumple múltiples funciones necesarias para la vida como la defensa ante infecciones, los intercambios gaseosos y la distribución de nutrientes. Para cumplir con todas estas funciones cuenta con diferentes tipos de células suspendidas en el plasma.

Los GLÓBULOS ROJOS, HEMATÍES o ERITROCITOS constituyen aproximadamente el 40% del volumen sanguíneo. Carecen de núcleo y orgánulos, por lo cual no pueden ser considerados estrictamente como células. Su función es transportar el oxígeno desde los pulmones hasta las células de todos los tejidos corporales. Para ello utilizan una proteína llamada hemoglobina, que contiene hierro y es capaz de transportar moléculas de oxígeno

Los GLÓBULOS BLANCOS o LEUCOCITOS forman parte del sistema inmunológico, siendo los encargados de destruir los agentes infecciosos y las células infectadas, y también secretar sustancias protectoras como los anticuerpos, combatiendo las infecciones. Se dividen en:

Los granulocitos o células polimorfonucleares poseen un núcleo polimorfo y numerosos gránulos en su citoplasma con tinción diferencial según los tipos celulares.

  • Neutrófilos: Se encargan de fagocitar sustancias extrañas (bacterias, agentes externos, etc.) que entran en el organismo. En situaciones de infección o inflamación su número aumenta en la sangre.
  • Basófilos: Segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que contribuyen con el proceso de la inflamación.
  • Eosinófilos: Aumentan en enfermedades producidas por parásitos, en las alergias y en el asma.

Los agranulocitos o células monomorfonucleares:

  • Monocitos: se elevan casi siempre por infecciones originadas por virus o parásitos. También en algunos tumores o leucemias.
  • Linfocitos: Su número aumenta sobre todo en infecciones virales, aunque también en enfermedades neoplásicas (cáncer) y pueden disminuir en inmunodeficiencias. Los linfocitos son los efectores específicos del sistema inmunológico, ejerciendo la inmunidad adquirida celular y humoral. Hay dos tipos de linfocitos, los linfocitos B y los linfocitos T.

Las PLAQUETASTROMBOCITOS son fragmentos celulares pequeños, ovales y sin núcleo. Las plaquetas tienen como función principal taponar las lesiones que pudieran afectar a los vasos sanguíneos.

El PLASMA SANGUÍNEO es la porción líquida de la sangre en la que están inmersos los elementos formes. Además de vehiculizar las células de la sangre, también lleva los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de las células. Los componentes del plasma se forman en el hígado (albúmina y fibrinógeno) y las glándulas endocrinas (hormonas).

Todas las células que componen la sangre se fabrican en la médula ósea. Ésta se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos planos (cráneo, vértebras, esternón, crestas ilíacas) y en los canales medulares de los huesos largos (fémur, húmero).

La sangre es un tejido renovable del cuerpo humano, esto quiere decir que la médula ósea se encuentra fabricando, durante toda la vida, células sanguíneas ya que éstas tienen un tiempo limitado de vida. Esta “fábrica”, ante determinadas situaciones de salud, puede aumentar su producción en función de las necesidades. Por ejemplo, ante una hemorragia aumenta hasta siete veces la producción de glóbulos rojos y ante una infección aumenta la producción de glóbulos blancos.

 

Eritrocitos & eritropoyesis: La eritropoyesis es el proceso que se corresponde a la generación de los eritrocitos (glóbulos rojos). En los adultos, los eritrocitos, muchos leucocitos y las plaquetas son formados por la médula ósea. En el feto además son producidos en el hígado y bazo pero en adultos afectados de patologías que atrofian la médula ósea estos dos órganos se tornan de nuevo funcionantes en la producción sanguínea.

El proceso se inicia con una célula madre que genera una célula diferenciada para producir eritrocitos que mediante diferentes mecanismos enzimáticos llega a la formación de reticulocitos los cuales tres días después se transforman en hematíes maduros. La vida media de un eritrocito es como hemos dicho antes, de 120 días.

Se trata de una función sujeta a mecanismos de estimulación pero, como es natural, a mecanismos de inhibición también. Entre ambos mecanismos se consigue una resultante equilibrada que aleja al sujeto tanto de la anemia como de la eritrocromatosis.

En la práctica deportiva y más aún en la alta competición, es lógico que se valore en gran medida la capacitación sanguínea, el alto índice de hematíes, puesto que significa un alto contenido de oxígeno en sangre que se concluye en una mayor resistencia deportiva. Pero es obvio que debe conseguirse sin forzar este equilibrio entre ejes metabólicos estimulantes de la eritropoyesis y elementos inhibidores de su exceso porque una fractura de este equilibrio supondrá alteraciones metabólicas que inducirán a medio plazo patologías.

La eritropoyetina es una hormona glucoproteica secretada por el riñón y que tiene como función promover la diferenciación de células madre progenitoras de proeritroblastos y por tanto finalmente de eritrocitos. Por lo tanto, si forzamos este mecanismo con eritropoyetina externa o sintética se deduce que el nivel de eritrocitos en sangre aumentará artificialmente, pero se corren dos riesgos:

  1. La atrofia de las células madre progenitoras de eritroblastos, lo que supondría una anemia aplásica a medio plazo de incierta evolución.
  2. Quizás, todo lo contrario. Es decir, el exceso funcional hasta inducir hemocromatosis o leucemia hemática.

La naturaleza impone que en situaciones de hemorragia o de hipoxia la eritropoyetina se estimule e induzca una compensadora elevación de la producción de eritrocitos. Por el contrario cuando tras una transfusión el volumen de eritrocitos aumenta, la eritropoyesis (y la producción de eritropoyetina) disminuye.

Pero, ¿cómo producir más eritrocitos de modo natural y sin comprometer el equilibrio general?

Planteadas así las cosas, dos caminos se presentan frente al profesional en salud deportiva que se obstina en proporcionar la máxima fuerza biológica al torrente sanguíneo de cualquier deportista:

  1. Técnicas sintéticas o de forzamiento biológico no natural.
  2. Técnicas naturales de enriquecimiento sanguíneo directo y de apoyo orgánico global a este enriquecimiento.

En este punto, la experiencia clínica China nos aporta certidumbres absolutas sobre la acción específicamente estimulante de la sangre por parte de grupos de plantas diferentes para cada situación sanguínea.

 

 

Estimulación sanguínea en Medicina Tradicional China

 

La Medicina Tradicional China analiza los síndromes biológicos en los que la Sangre está en deficiencia o no está en su estado óptimo y a su vez estudia la fitoterapia que además de fortalecer la sangre directamente, tenga en cuenta todos parámetros biológicos que la puedan enriquecer y estimular hasta su estado óptimo.

 

1.- Enriquecimiento directo de la sangre: La función tonificante de la sangre de estas plantas medicinales está certificada en la observación milenaria en Oriente.

  • Astragali: Tonifica la sangre. Estimula el Qi de Bazo y Pulmón.
  • Angélica: Nutre la sangre. Moviliza la sangre.
  • Rehmanniae: Nutre la sangre. Tonifica el hígado y los riñones.
  • Paeoniae: Nutre la sangre. Protege el Yin.
  • Ligustici Wallichii: Nutre la sangre. Moviliza el Qi.

También las acciones secundarias de estas cinco plantas son esenciales para crear una vitalidad sanguínea óptima.

 

 

2.- Enriquecimiento indirecto de la sangre I: Estimular vías metabólicas enzimáticas (Qi), vías glandulares (Yang) y vías nerviosas ligadas a la vitalidad sanguínea.

    • Potenciación de Qi asociado a la sangre.
    • Potenciación del Yang de Riñones.
    • Potenciación del Qi de Corazón.

La estimulación de estos tres síndromes induce una energía sobre la sangre, pero además la función que hacen sobre riñones y corazón inhiben los vértigos y palpitaciones que la pobreza sanguínea en estos casos conlleva y corrigen la fatiga al esfuerzo, calientan los miembros fríos y débiles y estimulan el pulso.

Para conseguir esta acción concreta, en MTC se estudia: Rehmanniae, Poriae cocos, Ziziphi Jujubae, Lycii, Ophiopogonis, Dioscoreae, Ligustici, Salvia, Angélica, Paeoniae, Caulis Millete.

 

 

3.- Enriquecimiento indirecto de la sangre II: Estimular la específica acción de la sangre sobre el ámbito músculo-tendinoso.

    • Potenciación de la fuerza muscular asociada a la sangre.
    • Potenciación de la fuerza tendinosa asociada a la sangre.

La asociación fitoterápica estudiada en MTC para estimular la sangre pero con una afinidad natural para, a la vez, potenciar el ámbito músculo tendinoso, es: Eucomniae ulmoides, Cx Phellodendri, Angélica, Atractylodis, Astragali, Achyranthis y Paeoniae. 

 

4.- Enriquecimiento indirecto de la sangre III: Estimular debilidades sanguíneas específicas:

Si se da una debilidad sanguínea y a la vez se da un Vacío de Yin y una desarmonía entre hígado hiperactivo y un metabolismo digestivo débil, se establece un decaimiento del sistema nervioso con fáciles lesiones nerviosas.

  • Potenciación del sistema nervioso periférico (protección ciática, trigeminal, neurálgica).
  • Potenciación de Yin de Hígado y corrección de la Desarmonía Hígado-Bazo fuerte, digestivo débil.

Según la MTC, dos plantas constituyen el ariete equilibrante de esta debilidad sanguínea específica: Paeoniae y Regaliz. 

 

 

FITOTERAPIA CHINA: En China se ha consensuado una fitoterapia que unifica la acción directa e indirecta sobre la sangre, corrigiendo  y estimulando las debilidades específicas.

I-1: Angelica (Angelica sinensis Diels), Jenjibre (Zingiber officinale Roscoe), Ajedrea (Satureja montana L.), Fucus (Fucus vesiculosus L.), Alholva (Trigonella foenum-graecum L.), Ginseng (Panax ginseng C.A. Meyer), Astragalus (Astragalus membranaceus Moench), Remania (Rehmannia glutinosa (Gaertn.) Libosch.), Peonía (Paeonia lactiflora Pall.)

 

Esta fitoterapia está estudiada en MTC para todo tipo de deportistas y muy específicamente para todos los que desean mejorar su capacidad aeróbica y vitalidad sanguínea de forma natural. Válida para atletas, ciclistas, triatletas, nadadores, piragüistas, futbolistas, deportes de equipo, deportes de contacto (Judo, Lucha, Taekwondo) y artes marciales.

También para cualquier persona que presente síntomas de debilidad, fatiga, cansancio, estados anímicos bajos, preanemias, calambres, astenia, etc.

 

 

CONCLUSIÓN

La acción central sobre la misma sangre que hay que estimular requiere de gran experiencia contrastada, puesto que se trata de ejes metabólicos muy precisos. Además, la consecución de una fitoterapia que enriquezca la sangre en cantidad plasmática y celular y además lo haga en calidad hemoglobínica reclama una asociación de plantas de acción directa sobre la sangre pero también estimulante del contexto biológico en que la sangre se produce.

Importante: El objetivo en MTC es siempre enriquecer la producción sanguínea hasta su máximo potencial, a su estado óptimo, en calidad y cantidad dentro de los parámetros de la normalidad fisiológica.

 

DIETA RECOMENDADA: APIO, ESPINACAS, PUERRO, berenjena, patata, carne de buey, conejo, caracoles, vinagre, jengibre, queso, huevos, tofu, anguila, centollo, mejillón, pulpo, cereza, papaya. Contraindicaciones: Ajo, albahaca, ruibarbo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *